¿Cómo funciona el suelo radiante?

El suelo radiante es un sistema de calefacción que se encarga de distribuir el calor en una vivienda a través del suelo, existen varios tipos de suelos radiantes como el eléctrico.

Este tipo calienta el suelo mediante una serie de cables colocados bajo el suelo y la fuente de energía es la electricidad.

Otro tipo más extendido en la actualidad es el suelo radiante por agua que consiste en una red de tuberías que van por el interior del suelo de la vivienda y a través de ellas circulará el agua caliente, de esta manera se conseguirá aumentar la temperatura del suelo y calentar toda la vivienda.

A diferencia de los radiadores en el suelo radiante la superficie de emisión térmica es mucho mayor por lo que no se requieren temperaturas demasiado elevadas. La temperatura necesaria para la generación de agua caliente para este sistema es inferior de los 50 grados, reduciéndose unos 30 grados a la hora de discurrir por el suelo.

El hecho de usar el agua a una temperatura baja tiene ventajas como la eficiencia energética debido a que las pérdidas de calor son mucho menores que con otros sistemas.

Además este sistema es compatible con la utilización de diversas tecnologías de generación térmica que son muy eficientes como por ejemplo las bombas de calor.

Este suelo no tiene por qué estar asociado a ningún sistema de calentamiento de agua en concreto, sino que puede utilizarse con calderas, bombas de calor o con energía solar.

El único punto negativo que se le podría sacar a este sistema es que es un poco más lento ya que los radiadores y las calderas enseguida desprenden calor pero el suelo radiante tarde un poco más en calentarse el agua.

El suelo radiante también puede programarse para que se ponga en marcha aunque no esté en casa o para mantener la temperatura ideal en el hogar.

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